HIMNO DE NAVALMORAL

Navalmoral de la Sierra
pueblo de raza y valor
donde se forman los hombres
para una patria mejor.
Navalmoral de la Sierra
faro de la hispanidad
luz de las almas que sueñan
sol del más puro ideal
como goza la alta sierra
y suspiran sus lanchones
cuando a sus plantas arrulla
el eco de sus canciones,
como sonrien los cielos
al ritmo de sus plegarias.
Las nubes siembran anhelos
por los caminos de España.
Navalmoral de la Sierra
son tan hermosos tus lemas
gloria a la paz de los cielos
y amor y paz en la tierra
que pensamientos tan bellos
Navalmoral de la Sierra.

A SAN ANTONIO

A Antonio el excelso, quiero yo cantar
en día tan grande en Navalmoral.
No hay santo más grande ni más poderoso
que le haga caricias al niño amoroso.
Su principal gloria consiste en tener
al Niño en sus brazos, cual otro José
gozando muy mucho como en el Edén.
Cuadro que me subyuga y me hace gozar
delicias sin cuento ver en el altar
al Niño chiquito, a Antonio abrazar.
Antonio de Padua, gran predicador
hunde en el abismo al infernal dragón
con esa palabra que era don de Dios.
Tu lengua sagrada, supo predicar
y luego incorrupta, quiso Dios dejar
sellando con ella toda la verdad.
Antonio que hallas las cosas perdidas
devuelve a tu España, alientos de vida
con el terrorismo la quieren perder
tu no lo consientas pues tienes poder
para hacerla libre, como siempre fué.

ROMANCE DE LA DAMA Y EL PASTOR

Pastor que estás enseñado a dormir entre gorrones
si te casaras conmigo sí, sí
dormirías entre colchones.
La contesta el buen pastor entre colchones no quiero
tengo ganado en el monte sí, sí
y tengo que ir a por ello.
Pastor que estás enseñado
a comer pan de centeno
si te casaras conmigo sí, sí comerías de trigo y bueno.
La contesta el buen pastor
para el hambre no hay pan malo tengo ganado en el monte sí, sí y tengo que ir a buscarlo. Mira que mata de pelo delgadita de cintura si te casaras conmigo, sí, sí
gozarás de mi hermosura.
La contesta el buen pastor de tu hermosura no quiero
tengo el ganado en el monte sí, sí
y tengo que ir a por ello.
Mira que pechos más blancos
que jamás han dado leche
y esos pechos que tú tienes, sí, sí
a mis perros que los eches.

CASTILLA

Cuando en los campos de mi Castilla
veo asomar
las espigas en los trigales
mi corazón se llena de alegría
y mis labios pronuncian cantares.
La hermosa tierra, la de mi Castilla
con sus trigales y con sus flores
con sus encantos primaverales
y con sus trinos de ruiseñores
siempre que vuelvo de  ver los trigales cuando el Sol esconde sus rayos
cojo una flor y la pongo en el pelo
por el camino vuelvo cantando
esta alegre canción a mi Castilla
Castilla, Ay mi Castilla.
Castilla tu eres mi encanto
con tus trigales morenos
y la mulillas trillando
Ay como brilla el sol nuestros campos
Ay como crecen las amapolas.
Ay como afilan los segadores.
Ay como cantan los ruiseñores.
Mirad que niñas tan guapas
mirad que niñas tan lindas.
Mirad que flor tan bonita
se cría en mi Castilla.
Ay como brilla el Sol nuestros campos
Ay como crecen las amapolas
Ay como afilan los segadores
Ay como cantan los ruiseñores.
Dejadme que yo me mire
en el claro riachuelo
y contemple esta carita
color del trigo moreno.
Ay como brilla el Sol nuestros campos
Ay como crecen las amapolas.
Ay como afilan los segadores
Ay como cantan los ruiseñores.

CANCION DE QUINTOS

Somos cuatro compañeros
de la quinta "la alpargata"
olé, olé y olé
de la quinta "la alpargata",
no lo tenemos envidia
a los que gastan corbata
olé, olé y olé
a los que gastan corbata.
Los domingos por la tarde
nos vamos a la taberna
olé, olé y olé
nos vamos a la taberna
viene la Guardia Civil
y a la perrera nos lleva
olé, olé y olé
y a la perrera nos lleva.
No nos lleva por borrachos
tampoco por calaveras
olé, olé y olé
tampoco por calaveras
que nos llevan por estar
a deshora en la taberna
olé, olé y olé
a deshora en la taberna.
QUINTOS
El año que yo entré en quinta
y el día que me tallaban
por ver si tú me querías
puse un ramo en tu ventana
puse un ramo en tu ventana
de rosas y de claveles
y de flores amarillas
para que de mi te acuerdes
para que de mi te acuerdes
puse un ramo en tu ventana
de rosas y de claveles
el día que ma marchaba.

LA NANA

Era, era, era,
y era, era él,
ese lucecito
del amanecer,
que no vino anoche
ni tampoco ayer,
vino esta mañana
al amanecer,
a tomar medidas
a tu lindo pie.
Y dice Santa Ana
por qué llora el niño,
por una manzana
que se le ha caido (bis)
Pues si se ha caido
yo le daré dos
una para el Niño
y otra para Vos,
una para el Niño
y otra para Vos.
Era, era, era,
y era, era él,
ese lucecito
del amanecer,
que no vino anoche
ni tampoco ayer,
vino esta mañana
al amanecer,
a tomar medidas
a tu lindo pie.

 
El Folklore Navalmoral de la Sierra - Ávila